Busqué alegrías en mi pecho
y las desdichas surgieron
como el trueno
y los vientos se alzaron
y los rayos se clavaron.
No perdí las fuerzas
que alimenté con mi fuego
que la chispa del silencio
fue quien hirió mi cuerpo.
Surgió el desprecio,
la pena, el desengaño
que las alegrías.
se estrellaron con el tiempo.
Las luces ya serenas,,
mi espíritu en tinieblas
como las nubes del invierno
tu alma ennegrecida se queda.
...Y mi faz se hiela como el frío sepulcral
que el otoño ya ha nacido
y con el mi soledad
con las ausencias
de miles de primaveras en flor.