Permanezco en las tinieblas,
entre sombras,
escapo de la luz cegadora
que enrojece los ojos,
clavándose como espinas hirientes.
El sol golpea la piedra y como un espejo
rebota con crueldad sin tregua,
sin dejarte aliento.
entre sombras,
escapo de la luz cegadora
que enrojece los ojos,
clavándose como espinas hirientes.
El sol golpea la piedra y como un espejo
rebota con crueldad sin tregua,
sin dejarte aliento.
Envuelta en el manto de la penumbra
permanezco hasta que lleguen otros tiempos,
de luces serenas, de voces amigas,
de canto de sirenas, entre tritones,
y olas de espuma y mientras espero,
resurgirá una estrella imperecedera,
que nos ofrezca una mano abierta,
llena de verdad y generosidad
a toda la tierra.
permanezco hasta que lleguen otros tiempos,
de luces serenas, de voces amigas,
de canto de sirenas, entre tritones,
y olas de espuma y mientras espero,
resurgirá una estrella imperecedera,
que nos ofrezca una mano abierta,
llena de verdad y generosidad
a toda la tierra.
AUTORA: Mari Carmen Freire.