MIS QUERIDAS VECINAS
Las vecinas, se pasan el día de fiesta
y se relajan en el tendal,
da gusto verlas con sus trinos y piruetas,
ascendiendo intrépidas
hasta perderles de vista,
pronto se deslizarán en bandadas,
unas con torpe vuelo
hasta alcanzar la maestría de sus padres. Ahora os tendré durante un tiempo
pegadas a mí ventana.
utora: Mari Carmen Freire