viernes, 12 de febrero de 2016
OBSESIÓN
Todos formamos parte de un engranaje,
inmerso en la civilización de nuestra historia
una más entre tantas.
Somos un átomo dentro de un mundo infinito
y al mismo tiempo parte de las costumbres
de un pueblo, todo y nada.
Soñadores e ilusionistas de nuestro futuro,
ausentes de nuestro pasado,
proscritos de nuestra historia,
pasotas de una verdad incoherente
que entre himnos electorales nos embriaga,
más allá de la falta de realidad.
Ante nuestros ojos trascurre una época
con muchos directores y un solo productor.
Mientras todos esperamos una realidad,
sintiendo vergüenza ajena al mirar a los personajes,
ridiculizados en busca del poder.
Sintiendo la tristeza de su propia sinrazón marginal,
esa soledad interna en su exhausta realidad.