El Rayo tenue de la tarde gris
entró con un suspiro en la estancia,
de tenues luces y oscuras almas
y caprichoso se quedó a mis pies...
y entre susurros de palabras
terminó el rayo por morir.
Erguida por el silencio
feliz aguardo mi última cama.
¡Acaso ese rayo mi tumba invada!.