NAVEGAR ENTRE PALABRAS

jueves, 3 de mayo de 2018

RELATO: MI PADRE, LA LANCHA Y EL PATRÓN







Un motor Hundested de un solo cilindro funcionando como una máquina de coser
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Este sonido me recuerda a algo, sin duda el barco de mi padre en el cual navegamos muchas veces por la ria de Ferrol. El sonido es único😀😂😂😂 retumbaba por todo el espacio y su inmensidad.
Mi padre trabajaba en la Bazán y era delineante, había perfeccionado y creado una pieza del motor y así se convirtió en inventor saliendo en la Voz de Galicia. Puedo asegurar que aquel barco cuando lo compró era una calamidad y una inseguridad te dejaba tirado en la primera cala. Pero mi padre era cabezón, lo desmanteló y perfeccionó las hélices y creó un pistón distinto. Lo cierto es que su tozudez funcionó y todos gozamos de la velocidad y la navegación deseada. Los domingos se retaba con el patrón de la lancha de San Felipe y la Palma un tal Pastor, lo recuerdo, un hombre moreno curtido por el sol, con una piel gruesa marcada por el salitre, una nariz prominente y una voz bronca que en nada se asemejaba a su carácter bonachón, aunque tenía que ser firme para manejar a tanta gente que utilizaba la lancha y nos acomodaba de forma que fuera más estable la navegación. En aquellos tiempos las lanchas eran un transporte perfecto para ir al trabajo y para los días de asueto y fiesta.
El Marisol, se llamaba el barco de mi padre, al final consiguió superar la navegación de la lancha y el patrón.