NAVEGAR ENTRE PALABRAS

lunes, 8 de enero de 2018

LA NOCHE MÁGICA



CuentoNavidad

Como todos los años Alba y sus tres hermanos colgaron en la chimenea los calcetines de los sueños. El día era frío y una ventisca golpeaba los cristales. Los padres los mandaron a la cama un poco más temprano de lo normal. Estaba a punto de comenzar la noche Mágica, y los abuelos y tíos venían a la mañana para celebrarlo todos juntos.

Los niños se quedaron dormidos ansiosos esperando la llegada de sus regalos. Los padres, habían pasado un mal año, la fábrica donde trabajaba su padre había cerrado y su madre, trabajaba en el supermercado del pueblo. Habían hecho muchos sacrificios para poder poner un cariño que mantuviera la ilusión de los niños. Pero ese año todo era en vano. Apenas con el pequeño sueldo se podía cubrir las mínimas necesidades.

Con las primeras luces Alba despertó y escuchó a sus padres tristes  hablando no se que historia de problemas y que no habría regalos ese año.
Alba pensó que no podía permitir eso y ni corta ni perezosa partió en busca de la  ayuda de la comitiva de los Elfos, Hadas, Gnomos y Duendes del Bosque, ellos ayudarían a sus padres a salir de los problemas y les devolvería la sonrisa y núnca más los vería tristes y preocupados.

Partió rumbo al bosque y cuando llevaba un tiempo caminando entre la nieve, el temporal empezó a arreciar  con fuerza y se acordó de la cueva donde muchas veces sus padres las llevaban cuando iban a recoger bayas, moras y frutos del bosque. Cansada de quedó dormida y al despertar se encontró tapada con una capa Roja, y un Reno que le hacía compañía y le proporcionaba calor.

Mientras en casa de Alba sus padres habían ido a darles un beso a los niños. Un frío les sacudió todo el cuerpo, cuando comprobaron que faltaba Alba. Salieron al porche y empezaron a llamarla sin recibir respuesta. Llamaron a amigos y vecinos y se pusieron a buscarla por todo el bosque.

Pasaba el tiempo y la niña no aparecía, las horas se hacían eternas. Ya se había perdido toda esperanza. Pero de repente unos fuertes gruñidos de Reno llamó la atención de la comitiva y en tropel todos corrieron hacia allí, y en un recodo apareció Alba sentada al lado del Reno y un montón de regalos. Los padres y vecinos no daban crédito a lo que veían. Quizá se habían olvidado de que los sueños también se pueden hacen realidad.

La besaron y abrazaron hasta la saciedad y con gran alborozo regresaron todos juntos a la casa, donde permanecían esperando sus hermanos, abuelos y tíos.

Cuál fue la sorpresa que cuando abrieron la puerta se encontraron a los vecinos que  traían montones de regalos para todos y uno muy especial que lo cambiaría todo. Un puesto de trabajo para el padre.
Aquel día fue el más fantástico y feliz que tuvieron todos los habitantes del lugar y a partir de de ese día celebrarían todos juntos la noche Mágica.

Porque la noche mágica hay que compartirla y hacer todo lo posible para que todas las noches se conviertan en mágicas y los sueños se hagan realidad.

...Y colorín colorado este cuento se ha acabado.