Ya llegó el invierno con su desnudez,
el frío en el aire y los grises
de cielo y mar.
El árbol desde los riscos
se presenta altanero
desafiante con su esquelético cuerpo,
ya está aquí el invierno
de agujas, rompiendo vértebras,
Invierno en el cuerpo,
primavera en el alma
de ternura hogareña,
con el calor de la leña,
de la leña empapada
con sabor a bosque.
Las espumas haciendo puntillas
para endulzar los grises
nos traen sabor a yodo y sal
dando paso a un rayo de esperanza.