En la lejanía en el único
horizonte visible,
con las luces de otra vidas
recordando el espacio
y el tiempo perdido.
Mientras un FARO
nos guiña los destinos,
revelándose de este sopor,
despertando de nuestros miedos
los sueños rebeldes de juventud
de ventanas abiertas sin fronteras.
...y de repente dentro de mis sueños
las campanas del pueblo,
me despiertan a mi tiempo.
...Sigue la vida de noctámbulos
como parte de otras vidas,
sin FAROS que alumbren el destino.
Sin la esperanza de otras vidas,
sin la fuerza capaz
de resolver nuestra historia
dormida y costumbrista.