con pasos infantiles,
entre gorgoteos
llenos de la hilaridad
que da la inocencia,
¡fiesta de juventud!.
Palomas blancas
con sabor a virginidad,
todo color
toda nitidez, "iris azul"
Juegos de fiesta
en un día cualquiera.
investigar, correr,
intentar volar...
Estabais extasiadas
en vuestra incipiente vida,
toda sorpresa una experiencia.
¿Qué es?
Con cauteloso interés
entreabristeis la verja artrítica
en largo aullido
y la cerrasteis a vuestro paso.
¡ay no sabíais volver!.
Sorpresa. ¿Qué es?...
Jugasteis danzarinas
entre las losas marmóreas
de sepulcros ancestrales
y ya agotadas de regreso,
el fantasma artrítico
acostumbrado a dejar entrar
y no a salir.
Interrumpió vuestros juegos de fiesta.
(El aguijón molesto se clavó en mi como un dolor).
Mientras batíais
vuestras fuerzas al poderoso,
el largo aullido
volvió a sonar
y como si nada hubiera ocurrido,
con movimientos torpes
continuasteis vuestra
juegos de fiesta.
Rodeadas por el marco
de un centenario carvallo
sabio espectador de la vida,
que no entiende de palabras
y se crece en pensamientos infantiles.
Como dos palomas
fuertemente ligadas
al árbol de la vida,
acariciasteis la historia
del viejo carvallo;
Anhelante de vuestras risas,
por ser la sabia de sus ramas.
Autora: Mari Carmen Freire Romero