A MI QUERIDO HERMANO CHENIQUE

 

Lo conocí cuando nací, quizá le di un poco de pelusa . Mi querido hermano Chenique.

Naciste lleno de inquietudes. Un veinticinco de Enero, todo te interesaba, hasta las pequeñas hormiguitas que trabajaban afanosamente al pie de nuestro querido bajo. Las observabas, y tu espíritu protector hacía que las metieras por tu ropa. Jajaja.

¡Mamá se volvía loca!, yo me moría de risa, la escena era tremenda, una gritando él otro también.

Después se dedicó a cuidarme, es lo que piden las madres al más cercano, y ahí estaba, ¡anda Mari, nena camina que nos perdemos!. Y yo a lo mío mirando al mundo.

Compañero de mis medios de noches negras, donde los monstruos entraban por las rendijas y sombras.

Una noche la pasamos en vela, aquella sombra que nos acechaba, era mi uniforme.

Y crecimos y fuimos amigos de pandilla, pasando los mejores años de nuestra pubertad. Ya explicó en otro de mis relatos.

 

Un soñador que fue creando y consiguiendo todo lo que pudo.

Creó una familia maravillosa, consiguió pilotar, ¡VOLAR ALTO!,

Construyó la propia casa, para su familia y le puso nombre a la calle, calle El Velero.

Él quiso volar más alto consiguió su propio barco y surcó los mares, hasta participó en la regata la vuelta al mundo y remontar la ola a cuál más peligrosa. Así entre piruetas en el viento y olas trascurrió su vida.

Le gustaba la cultura de los Lamas y las Artes del Kum-Fu, a mi me quería de saco, y yo le decía, por aquí que te vi Jajaja. Intentaron por todos los medios que yo también me metiera en las artes marciales, pero yo estaba por otro plano. 

La música y sobre todo la guitarra, eran otra de sus primeras pasiones, tardes y veladas entre amigos y aquellas cortas tardes donde perfeccionábamos las canciones, de Andrés Dobarro, Simón & Garfunkel, y toda la música de aquellos años, sesenta, setenta, que sonaba...¡y cómo no tuvo su propio grupo!. Actuando en mi colegio y en todos los de la ciudad de Ferrol. También actuaba en la Feria de Muestras, todo un artista que imprimía alegría, ilusión y pasión, un loco incomprendido, ¿quizá?....

Se compró una perrita preciosa, la Tosca, le dijeron que era bóxer, y nosotros ya le decíamos que no.

Le dijeron que le pusiera con una cuerda, con una tabla en el hocico.

¡En casa todos nos partíamos de risa!

Pero deja a la pobre perra, le decíamos.

Tuvo su bicicleta de carreras, él y Pedro, fueron unos de los reyes más bonitos.

Un día tuvo un grave accidente, entre la vida y la muerte. Vendió la bicicleta y después lloraba por ella. La cambió por un fusil, un traje de buceador y todos sus aperos necesarios para la pesca submarina.

Tuvo una pequeña depresión, pero mamá con cariño y palabras sabias lo hizo razonar y siempre con nuestro ánimo. El accidente deja secuelas y tuvieron alguna operación. 

Mientras se recuperaba pensábamos que había quedado un tanto extraviado. Se recuperó perfectamente y todo lo contrario, de suspender siempre, empezó a aprobarlo todo como si le hubiera faltado un coscorrón. jijiji. 

Terminó el bachiller y se tomó un año sabático, para organizar su futuro.

Decidió hacer Náutica y desde esa plataforma consiguió su sueño, ser piloto de helicóptero. 

 

 Pedro Daniel y Chenique apenas se llevaban dos años, eran inseparables en sus juegos y proyectos, la vida nos va distanciando y crea vacíos. Pero llegó el Velero y volvieron a jugar, a soñar como aquellos niños intrépidos. Toni sigue la misma pasión por la vela, un día navegado, un día ganado. Dice satisfecho. Alex es más del mar desde la arena, sus bañitos al sol junto a un libro.

 

Solo quise recordarte querido hermano en tu onomástica. Hoy los nudos de la vida poco a poco se van aflojando y todo se queda, como un hilo recto y en paz TE QUISE, TE QUIERO Y TE QUERRÉ!

Hoy tendrías sesenta y nueve años.

Enero 25 de 1952

La foto es del álbum familiar familia.